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La cuestión del porte de armas en los EE.UU. es un tema cada día más polémico y complejo. Estados Unidos tiene el mayor índice de muertes por armas de fuego en comparación con cualquier otro país considerado desarrollado.
Son más de 283 millones de armas portadas sólo por civiles alrededor del país.
A cada nueva masacre o caso de homicidio.
El debate sobre la aplicación de leyes más rígidas para el porte de armas de fuego es reabierto.
Actualmente, de cada 100 personas residentes en Estados Unidos.
Siendo que 98 viven a al menos 15 km de una tienda que comercializa armas de fuego.
Hay más de 50.000 tiendas con licencia para comercializar armas en los EE.UU.
De acuerdo con el informe anual de 2014 de la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego, órgano que controla la cuestión de la compra y venta de ese tipo de producto.
La industria que produce armas de fuego genera un beneficio inmenso cada año.
Y patrocina un fuerte lobby político para que las leyes más rigurosas no sean aprobadas en el Congreso.
Es decir, cuanto más rígidas sean las leyes, menos armas serán comercializadas, y menos beneficio será generado en esta industria.
Pero ¿cómo es posible que la mayor potencia mundial, país tan cuidadoso con la cuestión de la seguridad internacional, permita encontrarse con un problema doméstico de esos?
La respuesta está en las raíces de la Constitución Americana, en la historia y la cultura del país.
El culto americano a las armas viene de la época de los vaqueros, pasa por la Guerra Civil americana y aún encuentra origen en la caza deportiva.
El norteamericano siempre nutrió pasión por la caza deportiva.
Que se inició en la época en que Estados Unidos era una nación agraria.
Nación de subsistencia donde la caza era una profesión para algunas personas, fuente de alimentos para otras, y también una forma de protegerse de los animales depredadores.
Los estadounidenses realmente creen que tienen libertad.
Y viven en un país donde el Estado debe intervenir lo menos posible en sus vidas.
Si la Constitución permite algo, esté seguro de que se pelearán para mantener ese derecho hasta el final de los tiempos.
Por eso, para muchos estadounidenses restringir el uso de armas no es visto como una cuestión de seguridad.Sino como el fin de un derecho.
El fin del derecho a la caza deportiva y el fin de la libertad de protegerse y proteger su propiedad por cuenta propia.
¿Qué piensas sobre este asunto?
