Las gratas son unos pequeños cepillos que se utilizan fundamentalmente para limpiar el interior del cañón de un arma. Por lo general, existen 3 tipos de gratas: las gratas de acero, las gratas de lana, y las gratas de bronce, refiriéndose al material con el que están fabricados los pelos del cepillo. Las gratas suelen utilizarse junto con unos parches de algodón de diferentes tamaños en función del calibre del arma para la que están diseñados. Se trata de un utensilio pensado para asegurar el correcto funcionamiento de los artefactos, aunque si se le da un mal uso puede dar lugar justamente al efecto contrario.

¿Para qué se utilizan las gratas?

Este elemento suele estar fabricado en bronce y es una especie de cepillo que ha de introducirse a través del cañón del arma, generalmente unido a la utilización de baquetas que hagan las veces de protección para los componentes interiores de la escopeta, pistola o carabina, entre otras. La introducción, como señalábamos, debe llevarse a cabo con tacto para evitar dañar elementos como la recámara. El uso de las gratas es algo altamente aconsejable para lograr desprender al arma de restos de pólvora, plomo y otros elementos derivados de las detonaciones en el interior de los dispositivos a la hora de disparar. Son un elemento que habitualmente resulta económico y puede librar a los usuarios de armas de fuego de numerosos problemas como atascos en sus artefactos, averías, fallos, faltas de rendimiento o de eficiencia y reducción de la durabilidad, por ejemplo. En resumen: la utilización de este recurso proporciona un mejor funcionamiento para las armas que se mantienen con su uso, así como una vida más larga para las mismas.