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Hoy vamos hablar un poco sobre los pantalones de caza. El cuerpo humano está formado por músculos y huesos que nos muestran de un modo natural cómo debe ser nuestra segunda piel, nuestra ropa. La actividad física es una de las principales premisas de la caza.
La ropa de caza debe seguir el diseño de nuestra anatomía y buscar la ergonomía en todos nuestros movimientos.
La ropa de caza más adecuada es aquella que es muy resistente y tiene refuerzos en las zonas de mayor desgaste, siendo al mismo tiempo cómoda y ligera.
Todos los cazadores saben que ir provistos de un equipamiento tanto en ropa como en calzado apropiado para ir a cazar es imprescindible para que la jornada y los lances se lleven a cabo sin accidentes.
Los pantalones de caza son una pieza fundamental para la actividad
El pantalón de caza tiene que ser fuerte y que no te quede estrecho y que permita agacharte y doblar las rodillas cómodamente.
Si tienen unos bolsillos amplios mejor aún.
Los bolsillos siempre con cierre de algún tipo: botones, velcro o, mejor aún, cremallera.
El pantalón siempre debe cubrir la bota, es decir, el pantalón por encima de la bota y no al revés.
Para que la bota no nos moleste, ni roce en la pantorrilla, nos pondremos un calcetín alto que solucione el problema.
Los pantalones de caza deben ser escogidos dependiendo de la estación en la que nos encontremos.
No es lo mismo cazar durante la media veda o la caza de la becada en los meses fríos.
Por eso encontramos en el mercado diferentes tejidos para estar más frescos en verano y más protegidos en invierno.
Sin embargo, es mejor contar con un pantalón de caza lago.
Que sea resistente, que proteja nuestras piernas de los cortes que pueden ocasionarnos la espesa vegetación.
El color y material del pantalón puede ser variado, pero lo ideal es que sean colores neutros o motivos de camuflaje.
Además dependiendo del territorio podrías elegir alguna tela termina o fibras transpirables de secado rápido.
Para evitar la incomodidad que provoca la humedad.
