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Las luciérnagas son insectos coleóptero que posee emisiones luminosas debido a los órganos fosforescentes ubicados en la parte inferior del abdomen. La reacción química que provoca esa iluminación necesita oxígeno y, hasta ahora, se desconocía cómo lo suministraban a las células.
Estas emisiones luminosas se llaman bioluminescencia.
Ocurren en razón de las reacciones químicas donde la luciferina es oxidada por el oxígeno nuclear produciendo oxiluciferina que pierde energía haciendo que el insecto emita luz.
Otro factor que impulsa emisiones luminosas es el de llamar la atención de su pareja o pareja.
El macho emite su luz avisando que se está acercando mientras la hembra posada en determinado lugar, emite su luz para avisar donde está.
En la reacción química, cerca del 95% aproximadamente de la energía producida se transforma en luz y sólo el 5% aproximadamente se transforma en calor.
El tejido que emite la luz se conecta en la tráquea y en el cerebro.
Dando al insecto total control sobre su luz.
La mayoría de las luciérnagas tienen alas y son conocidas como bicho de luz.
Lo que las distingue de otros insectos luminiscentes de la misma familia, conocidos comúnmente como gusanos de luz.
La luz de la luciérnaga es por lo general intermitente, y brilla de un modo específico en cada especie.
Cada forma de brillar es una señal óptica que ayuda a las luciérnagas a encontrar posibles parejas.
Los científicos no saben exactamente cómo regulan los insectos el proceso de encender y apagar su luz.
Sin duda son insectos muy interesantes que nos recuerdan las linternas o las luces químicas.
Poder estar en el campo en una noche lejos de las ciudades y poder admirarlos, es una experiencia fantástica, ¿verdad?
