El acto de saludar puede ser tan simple como hacer un gesto o un simple ademán de quitarse un sombrero, visera o prenda similar que cubre la cabeza. Quitarse el sombrero es una muestra de cortesía y respeto hacia las personas a las que saludamos. Pero este gesto tiene unos orígenes bastante antiguos y hacen casi siempre referencia a muestras de respeto y sumisión de las personas que se quitaban una o más prendas delante de otras personas. Desde la época de los asirios, pasando por las épocas de los griegos y los romanos, todos estos pueblos tenían en común el despojarse de alguna prenda como muestra de respeto. El paso del tiempo ha hecho que, poco a poco, cada vez menos pueblos utilicen prendas que puedan representar o significar respeto y sumisión. Los caballeros se quitaban el sombrero, pero las mujeres permanecían cubiertas en espacios cerrados, aunque se quitaban el guante para saludar a los reyes y otros personajes de la nobleza. Estas normas se fueron incorporando poco a poco a la sociedad, y fueron asimiladas en ámbitos tan diversos como la Iglesia, donde hay que descubrirse al entrar en cualquier templo, en el ámbito laboral, descubriéndose delante de los superiores y calando en todas las capas sociales hasta llegar a ser una práctica común en la sociedad. En el cine los sombreros han marcado historias increíbles, han existido personajes con sombreros muy peculiares y difíciles de olvidar. Hay miles de modelos de sombreros para todos los gustos y necesidades, sombreros de pesca, sombreros de piel, sombrero camuflaje, chambergo, sombreros 100% papel.