Un reclamo para caza es un aparato que imita el sonido que emite un animal, y normalmente son unos pequeños silbatos  o instrumentos aerófobos que imitan el canto de las aves para que otras aves acudan junto a la que creen que está en el lugar de donde procede el sonido.

Sin entrar en detalles en cuanto a la permisividad del uso de reclamos para caza menor, estos aparatos no solo lo usan los cazadores sino que también los ornitólogos y aficionados a las aves echan mano de estos instrumentos,  como en el caso de los reporteros que trabajan con estas aves.

Aparatos Electrónicos

Los reclamos electrónicos que tenemos en nuestra tienda on-line reproducen el canto de las aves y según el modelo disponen de varios tipos de canto reproduciendo fielmente el sonido de los animales indicados de una manera totalmente digital, ya que utiliza chips digitales en vez de cintas magnéticas consiguiendo una calidad de audio muy avanzada.

Los reclamos electrónicos son ideales para anillamiento o censos y aunque disponen de altavoces se pueden conectar al altavoz ultrasónico de caza disponible en la misma página web.

Este altavoz cuenta con tres niveles de uso, siendo uno de ellos normal,  otro que recorta algunas frecuencias, sonoras de manera que los humanos oímos el canto muy bajo pero los pájaros lo oyen mejor, y una tercera posición en la que el altavoz emite frecuencias audibles solo para los pájaros.

Modelos más complejos

Los modelos más completos son los que incluyen mando a distancia para controlar el reclamo electrónico de manera remota, y así poder colocarlo escondido en un árbol, debajo de unas ramas o donde la imaginación nos sugiera, sin que nuestra presencia física impida que el pájaro se acerque justo a la fuente del sonido atraído por el canto.

Todos los modelos de reclamos funcionan con pilas y de manera muy simple, pudiéndose controlar el volumen del sonido en cualquier momento, tanto con el mando a distancia como con los botones del propio reclamo. Un interruptor desconecta el aparato cuando no se usa y alarga la vida de las pilas y del propio reclamo electrónico.