El ruido forma parte del paisaje urbano. A todo un conjunto de sonidos y ruidos que están cubiertos por el nombre de contaminación acústica. Para la práctica de tiro los tapones de oído son necesaríos.

En realidad, de acuerdo con estudios médicos recientes, además de la sensibilidad individual, la contaminación acústica puede empeorar la salud humana en diversos frentes.

Se comienza a partir de sueños menos tranquilos y trastornos del humor y un deterioro de la capacidad de aprendizaje.

Hasta llegar a los efectos en el sistema cardiovascular y en la audición.

La contaminación acústica no sólo afecta la calidad del sueño, sino también el despertar, aumentando.

Por ejemplo, el número de días en que comienza mal el día, con mal humor o con una sensación general de fatiga.

Las estrategias de adaptación que el cerebro utiliza para ignorar el ruido y el esfuerzo, necesarias para mantener el desempeño cognitivo, se han asociado con el aumento de la tensión arterial y el estrés.

Los tapones de oído pueden sofocar niveles de sonido

Los tapones protectores ofrecen una estructura más funcional. Normalmente hechos de silicona, no se abrazan el ruido simplemente.

Cada arma ofrece diferentes niveles de picos de decibelios.

El arma más ruidosa es el revólver .44, produciendo un nivel de 170 decibelios. En contraste, la escopeta 22 genera un nivel de 145 decibelios.

Aunque existe una gran diferencia entre los niveles de sonido de las dos armas.

Cualquier nivel de decibelios superior a 85 decibeles tiene el potencial de dañar las células ciliadas del oído.

Para los tiradores con presupuesto limitado, un protector auditivo básico que baja el ruido seguirá protegiendo los oídos.

Las conversaciones serán difíciles de escuchar, así como los sonidos del ambiente, pero un disparo inesperado puede afectar los oídos del tirador por el resto de su vida.

La mejor prevención contra pérdida auditiva es que el tirador use los tapones cada vez que practican sus habilidades de puntería.