En condiciones extremas se puede sobrevivir si no sobrepasamos los límites que el cuerpo es capaz de resistir ya que por norma general una persona no puede sobrevivir más de tres días sin agua.

La supervivencia también depende de las condiciones metereológicas y por supuesto de la condición física de la persona, de sus costumbres y de su experiencia en el terreno donde se encuentre ya que no es lo mismo sobrevivir en un desierto sin agua para un beduino que para un occidental puesto que el primero se encuentra en su habitat y su cuerpo está más preparado y acostumbrado a las condiciones del terreno.

La deshidratación del cuerpo

Por norma general una persona pierde de 2 a 3 litros de agua al día, y esta cantidad debe compensarse con al menos la misma cantidad de líquido, agua, zumos o refrescos.

Si perdemos líquido y no ingerimos agua, el cuerpo se deshidrata y puede producirnos mareos, confusiones,debilidad, dolores musculares y de cabeza, y en casos muy extremos la muerte si la pérdida de líquidos es importante.

Usted puede resultar deshidratado si pierde demasiado líquido, no toma suficiente agua o líquidos o ambos:

La pérdida de líquidos no solo se produce por la orina y el sudor, puesto que también el vómito y la diarrea nos quita una importante cantidad de agua que igualmente hay que reponer

Supervivencia sin agua

En caso de que nos encontremos en una situación así lo importante es reponer líquido para contrarrestar la deshidratación, pero también hay unas reglas para evitar perder más agua, como por ejemplo colocarnos a la sombra reduce el sudor y con ello la evaporación de agua por que el cuerpo baja de temperatura.

Es mejor beber a intervalos regulares que una, ya que de esta forma se consigue sudar menos

Otra regla es conservar la ropa, ya que la tela evitará la evaporación del sudor y dejará el agua pegada al cuerpo, y aunque pudiera parecer anti-higiénico, si no tenemos agua para beber o tenemos poca, la ropa ancha y clara retendrá las gotas de sudor y evitará que sudemos más.

Por supuesto que siempre que salgamos de la ciudad llevaremos una cantimplora que mojaremos por fuera cada vez que la llenemos, aunque tengamos que caminar a pleno sol, puesto que la evaporación del agua de la funda de tela evitará que el agua de dentro se caliente como ya hemos explicado en otros posts.

La regla de oro es no comer si no tenemos agua (puesto que el ser humano puede pasar semanas sin comer) ya que la digestión requiere aporte de agua y si no la hemos ingerido la cogerá de la que tenga el cuerpo. En todo caso y siempre que podamos, elegiremos comidas ricas en líquidos, como frutas, verduras, mermeladas, miel, etc.

Si evitamos hablar demasiado también evitaremos perder líquido, al igual que respirar por la nariz y no por la boca, evitará que esta se nos reseque demasiado, pero si esto ocurre un pequeño trago por pequeño que sea, volverá a hidratar la boca.

Si te has descuidado y no tienes agua, un pequeño truco volverá a hidratar la cavidad bucal. Simplemente coge una piedra pequeña y llévala en la boca como si fuera un caramelo; esto favorecerá la creación de saliva y al menos evitará el ahogo o la desecación de la boca.