La Katana era el arma tradicional del guerrero Samurai  y tal como la conocemos hoy en día, proviene de modelos muy antiguos que fueron fabricados primero en bronce y luego en hierro, conservando siempre la forma tradicional que ha llegado hasta nuestros días.

Las primeras katanas o espadas samurais datan del 700 d. C. y se caracterizan por ser espadas perfectamente rectas en su parte trasera y con un solo filo, fundidas en una sola pieza desde la empuñadura hasta la punta.

El tamaño de estas armas blancas es muy variable, y oscila entre los 33 cm. de las espadas más cortas hasta los 90 cm. de los modelos más grandes.

La Katana junto al Wakizashi era el armamento del Samurai: el par de espadas representó su honor, su gloria, y su éxito ya que solo se permitían llevarlas si estos estaban considerados buenos guerreros.

Había una relación casi espiritual entre el Samurai y sus espadas y tanto es así que estas armas se conservaban incluso después de que el guerrero llegara a ser anciano y solo se heredaba en vida si el hijo estaba considerado también guerrero de honor.

La historia de la Katana esta ligada al respeto que los japoneses tenían por este arma forjada por los mejores artesanos de la época con unas técnicas que solo ellos conocían a las que dedicaban cientos de horas para lograr una perfección en cada una de las piezas que salían de sus talleres,

La Katana estaba forjada por decenas de hojas finas que se unían fudiéndolas y formando una lámina mucho mas fuerte que las que se forjaban a partir de una sola lámina. La técnica de formar láminas finas dotaba al arma de una fuerza impresionante y un corte más que perfecto, al tiempo que este tipo de forjado acababa con las impurezas y los puntos débiles.

Las katanas de hoy en día no se hacen con las mismas técnicas debido a que los procesos industriales abaratan los costes de producción, y prácticamente no quedan artesanos que las hagan con estas técnicas milenarias.

Esto es del todo lógico ya que una katana producida artesanalmente podría sobrepasar los 12.000 euros fácilmente, así que las hojas se fabrican con acero troquelado y desbastado a máquina, utilizando aceros destinados a la industria de la cuchillería, que garantiza la durabilidad de las katanas teniendo en cuenta que no se van a utilizar en combates y se compran para coleccionismo o decoración.