A las antiestéticas vallas metálicas les ha salido un competidor electrónico que realiza la misma función que los cercados clásicos para que no se salgan los animales, en este caso, el sistema se ha ideado para que nuestros perros no salgan de la zona marcada.

Si eliminamos las barreras físicas como vallas, cercados y alambradas seguro que nadie creería que un perro no se saldría de una zona señalizada donde no haya una barrera física que le impida traspasar la línea fronteriza con la que delimitemos su territorio.

Pues esto es posible con un sistema llamado pastor electrónico, también conocido con el nombre de valla invisible , llamado así puesto que hace las funciones de valla sin que realmente haya que levantar un cercado y por tanto sin que se vea nada.

El ingenio electrónico funciona tendiendo un cable (a lo largo del perímetro que vamos a marcar) que puede enterrarse o dejarse por encima de la tierra, o suspendido por estacas a pocos centímetros del suelo, y adoptar cualquier forma como si de una valla real se tratara.

Una vez que el perro esté dentro de esta zona, para que no se salga de ella, se le coloca un collar especial que incorpora una centralita electrónica que lo que hace es generar un aviso en el momento que el perro se acerque a esta valla electrónica invisible.

El aviso que recibe el animal es un estímulo electroestático que cesa cuando el collar con la centralita se aleja de ese límite, por lo que el perro asociará enseguida que cuando esto ocurra no deberá seguir avanzando y retrocederá en sus pasos.

El sistema es válido para patios, fincas e incluso para el interior de naves si se quiere acotar un trozo como zona para nuestra mascota, y tiene la ventaja de que puede recogerse en minutos y utilizarse en otro sitio simplemente tendiendo de nuevo los cables que forman la zona de contención.